
Construir una empresa desde cero es un sueño que muchos emprendedores aspiran a cumplir. Detrás de cada gran empresa hay una historia de esfuerzo, dedicación y una visión impulsada por sus fundadores. Pero en ocasiones, la misma empresa que fue concebida con tanta pasión puede tomar un giro inesperado, y el creador se encuentra en una posición donde la junta directiva decide que su tiempo ha terminado. Este escenario, que podría parecer una traición o un fracaso, es más común de lo que se cree, y ha sucedido a grandes figuras del mundo empresarial.
El rol decisivo de la junta directiva
Las juntas directivas son esenciales en el funcionamiento de empresas de cierta envergadura. Su misión es velar por el bienestar a largo plazo de la compañía y, por ende, por el interés de los accionistas. Esto significa que tienen la responsabilidad de tomar decisiones difíciles, y a veces impopulares, que consideran adecuadas para asegurar el futuro de la organización. A medida que una empresa crece, la relación entre la visión del fundador y los intereses de la junta puede deteriorarse, generando un conflicto de prioridades que, en muchos casos, termina con la salida del fundador.
Cuando una empresa comienza a incorporar más inversores y se expande, las juntas directivas tienden a tener más poder e influencia en las decisiones estratégicas. A medida que el control accionarial se diluye, la capacidad de los fundadores para decidir el rumbo de la compañía puede verse limitada. De ahí que, cuando los intereses de la junta o los accionistas se alinean en una dirección distinta a la del fundador, el desenlace puede ser su despido o reubicación.
Steve Jobs: El caso icónico
Uno de los casos más conocidos y sorprendentes en la historia de los negocios es el de Steve Jobs, el hombre que, junto con Steve Wozniak, fundó Apple en 1976. Jobs, la mente creativa detrás del Macintosh y una serie de innovaciones que transformaron el mundo de la tecnología, fue despedido de su propia empresa en 1985. La junta directiva, insatisfecha con el rumbo que Jobs estaba tomando y bajo presión por los inversores, decidió reemplazarlo para buscar un crecimiento más estable y menos arriesgado. Este movimiento fue percibido como un golpe devastador para Jobs, que pasó una década fuera de Apple, fundando otras compañías como NeXT y adquiriendo Pixar.
Lo que hace aún más interesante este caso es que, después de años de caídas en las ventas y problemas internos, la junta directiva de Apple decidió traer a Jobs de vuelta en 1997. Su regreso marcó un renacimiento para la empresa, y bajo su liderazgo, Apple no solo recuperó su reputación, sino que también lanzó productos icónicos como el iPod, iPhone y iPad. La historia de Steve Jobs nos enseña que, aunque el camino del fundador puede ser interrumpido, su contribución a la empresa puede seguir siendo invaluable.
Antonio Catalán y NH Hoteles
En España, encontramos una historia similar con Antonio Catalán, fundador de NH Hoteles. Catalán, que inició la cadena hotelera en 1978, convirtió su proyecto en una de las cadenas más reconocidas de España. Sin embargo, a medida que NH creció, las nuevas dinámicas internas y el control accionarial llevaron a que Catalán fuera desplazado. En 1997, dejó la empresa que había fundado debido a desacuerdos con la junta y los inversores.
A pesar de lo difícil que debió haber sido, Antonio Catalán no se rindió. Poco después de su salida de NH, fundó AC Hoteles, que también se convirtió en un caso de éxito en el sector hotelero. En 2011, AC Hoteles se fusionó con Marriott, lo que permitió que la cadena tuviera una presencia global. La capacidad de Catalán para reinventarse tras su salida de NH demuestra que, aunque el camino empresarial puede estar lleno de obstáculos, siempre hay nuevas oportunidades esperando.
Las razones detrás de estas decisiones
¿Por qué una junta directiva decidiría prescindir del fundador de la empresa? Aunque puede parecer contradictorio, hay varias razones comunes detrás de este tipo de decisiones:
- Diferencias estratégicas: A menudo, los fundadores tienen una visión apasionada y a largo plazo para la empresa, pero esta puede no alinearse con las necesidades inmediatas o los intereses financieros de los accionistas.
- Crecimiento y cambio de liderazgo: Una empresa en sus primeras etapas requiere un tipo de liderazgo más visionario, pero al alcanzar un cierto tamaño, los inversores pueden buscar un enfoque más operativo y menos arriesgado.
- Conflictos de personalidad: El fuerte carácter de algunos fundadores puede chocar con la dinámica corporativa, especialmente cuando se trata de decisiones que involucran a grandes grupos de accionistas.
- Rendimiento financiero: En ocasiones, las juntas presionan a los fundadores por no alcanzar los resultados financieros esperados, incluso si la empresa sigue creciendo.
Lecciones para los emprendedores
El hecho de que los fundadores sean reemplazados no debe ser visto necesariamente como un fracaso. De hecho, muchas veces las empresas alcanzan un punto en el que necesitan un tipo de liderazgo diferente para evolucionar y mantenerse competitivas. El propio Steve Jobs, al hablar de su salida de Apple, reconoció más tarde que esa experiencia le ayudó a crecer como líder y como persona.
Para los emprendedores que se encuentran en situaciones similares, es importante recordar que el viaje no termina cuando se cierra una puerta. Antonio Catalán y Steve Jobs son ejemplos perfectos de cómo se puede utilizar una adversidad como catalizador para el éxito futuro.
¿Qué hacer si te sucede a ti?
Si eres un fundador y te enfrentas a un posible desplazamiento por parte de la junta directiva, hay varias opciones a considerar:
- Negociar: En algunos casos, puedes llegar a un acuerdo donde mantengas un rol de asesor o consejero para la empresa.
- Buscar nuevas oportunidades: Como muestran los ejemplos anteriores, a menudo el desplazamiento puede ser una oportunidad para empezar un nuevo proyecto.
- Aprender de la experiencia: En lugar de verlo como un fracaso, considera la experiencia como una valiosa lección empresarial.
Conclusión
Fundar una empresa es solo el primer paso en un largo y complejo camino empresarial. El control de la misma puede, en algún punto, quedar en manos de otros, pero eso no significa que la historia del fundador termine ahí. De hecho, como hemos visto con Steve Jobs y Antonio Catalán, a veces las mayores oportunidades surgen después de un aparente fracaso.
¿Estarías dispuesto a enfrentar una decisión de la junta y seguir adelante para buscar nuevas oportunidades?